Johny Rivera Acosta Alias El Palomo
27 de noviembre de 1992
ESTA VEZ LA PALOMA NO PODRÍA VOLAR
El lunes 7 de noviembre, el Centro de Recepción del Gobierno en Medellín recibió la primera de tres comunicaciones en las que hombres cercanos al Cártel de Medellín informaron los movimientos de Johny Rivera Acosta, El Palomo. En esa primera llamada, el informante reveló que Rivera estaba en una granja en el municipio de La Estrella, en el sur de Antioquia, en compañía de tres hombres del ala terrorista del cártel.
El servicio de inteligencia del Bloque de Búsqueda, una organización compuesta por la Policía y el Ejército, evaluó la información y ordenó el desplazamiento de una patrulla de reconocimiento encubierta al sector, pero Rivera abandonó el sitio ocho días antes.
Los miembros del Bloque de búsqueda esperaron una nueva comunicación. El 12 de noviembre, el informante volvió a llamar al Centro de Información y proporcionó nueva información.
La fuente afirma que Johny Rivera se encuentra en el municipio de Itagí, en 65 # 52D-168, que tiene cabello rubio; él agrega que se mueve en un R-9 y que en diagonal al sitio hay un almacén de petróleo. La información no procesada era el mensaje enviado por el Bloque de búsqueda al servicio de inteligencia.
La información se evaluó cuando se produjo la tercera llamada. Esta vez, los detalles sobre el sistema de seguridad de Rivera fueron más precisos.
En ese momento, el Bloque de búsqueda arrendó una casa diagonalmente a la residencia del objetivo y montó un puesto de observación dentro de ella, mientras que dos agentes encubiertos simularon ser una familia.
Los vecinos no habían notado nada anormal. El Palomo era conocido en el sector como Jorge. Hace dos meses y medio estaba durmiendo prácticamente al lado de uno de los hombres más buscados en el país, dijo un vecino.
En los siguientes 15 días, los agentes notaron un sistema de seguridad inusual en la casa que incluía desde una discreta vigilancia hasta la simulación de conductas sospechosas para establecer si los ocupantes eran observados por las autoridades.
La vigilancia se centró en una sala de garaje, tres dormitorios y dos patios en la casa que Rivera había comprado hace dos meses. Estaba seguro de que la única comodidad de ese hombre era el Renault 9 que estaba dentro del garaje, dijo un vecino.
Luego, el Bloque de Búsqueda decidió montar una operación con el Cuerpo Elite en el sector para ocupar varias casas cerca del objetivo. Las unidades omitieron la casa para reforzar la confianza de Rivera y sus hombres en la seguridad del refugio.
A las 12 en punto de la noche del jueves, los agentes secretos advirtieron a Rivera y a una joven que ingresaran. Se pusieron en contacto con un fiscal desplazado de Bogotá para autorizar la ocupación.
El fiscal fue llevado en un tanque blindado de la policía, mientras que las unidades del Bloque de búsqueda tomaron posiciones por todos lados.
Al advertir la operación, los guardaespaldas de Rivera reaccionaron y se registró un largo intercambio de disparos. El fiscal para la vigilancia de la Policía Nacional, Guillermo Villa Alzate, que se encontraba en Medellín, describió la operación como perfecta.
Eran diez minutos antes de las 2 de la madrugada cuando una explosión nos sacó de la cama y luego aflojó una tormenta de balas que duró casi media hora. Cuando volvió la calma y un policía que entró en mi casa me dijo que habían matado a El Palomo, me bendije.
Los portavoces del Bloque de Búsqueda dijeron que El Palomo era conocido dentro de la organización como francotirador experto y que por esa razón la acción demandaba alrededor de 200 hombres.
Hermano, todo estaba muy solo hasta la 1:30 de la mañana. Casi me desmayo cuando en la esquina que entra al barrio encontré a un hombre vestido con uniforme oscuro, capucha y un rifle en la mano. Él me dijo: Tranquilo, vigilante, hoy ya no silbas. En segundos, el vecindario no podría caber más encapuchado.
Fue una operación sorpresa. Los que estaban a cargo de la seguridad de El Palomo intentaron escapar disparando contra los soldados, pero fueron asesinados. Con datos de la oficina de Medellín.
Fuente: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1589278698051103&set=gm.1017850068308144&type=3&theater
ESTA VEZ LA PALOMA NO PODRÍA VOLAR
El lunes 7 de noviembre, el Centro de Recepción del Gobierno en Medellín recibió la primera de tres comunicaciones en las que hombres cercanos al Cártel de Medellín informaron los movimientos de Johny Rivera Acosta, El Palomo. En esa primera llamada, el informante reveló que Rivera estaba en una granja en el municipio de La Estrella, en el sur de Antioquia, en compañía de tres hombres del ala terrorista del cártel.
El servicio de inteligencia del Bloque de Búsqueda, una organización compuesta por la Policía y el Ejército, evaluó la información y ordenó el desplazamiento de una patrulla de reconocimiento encubierta al sector, pero Rivera abandonó el sitio ocho días antes.
Los miembros del Bloque de búsqueda esperaron una nueva comunicación. El 12 de noviembre, el informante volvió a llamar al Centro de Información y proporcionó nueva información.
La fuente afirma que Johny Rivera se encuentra en el municipio de Itagí, en 65 # 52D-168, que tiene cabello rubio; él agrega que se mueve en un R-9 y que en diagonal al sitio hay un almacén de petróleo. La información no procesada era el mensaje enviado por el Bloque de búsqueda al servicio de inteligencia.
La información se evaluó cuando se produjo la tercera llamada. Esta vez, los detalles sobre el sistema de seguridad de Rivera fueron más precisos.
En ese momento, el Bloque de búsqueda arrendó una casa diagonalmente a la residencia del objetivo y montó un puesto de observación dentro de ella, mientras que dos agentes encubiertos simularon ser una familia.
Los vecinos no habían notado nada anormal. El Palomo era conocido en el sector como Jorge. Hace dos meses y medio estaba durmiendo prácticamente al lado de uno de los hombres más buscados en el país, dijo un vecino.
En los siguientes 15 días, los agentes notaron un sistema de seguridad inusual en la casa que incluía desde una discreta vigilancia hasta la simulación de conductas sospechosas para establecer si los ocupantes eran observados por las autoridades.
La vigilancia se centró en una sala de garaje, tres dormitorios y dos patios en la casa que Rivera había comprado hace dos meses. Estaba seguro de que la única comodidad de ese hombre era el Renault 9 que estaba dentro del garaje, dijo un vecino.
Luego, el Bloque de Búsqueda decidió montar una operación con el Cuerpo Elite en el sector para ocupar varias casas cerca del objetivo. Las unidades omitieron la casa para reforzar la confianza de Rivera y sus hombres en la seguridad del refugio.
A las 12 en punto de la noche del jueves, los agentes secretos advirtieron a Rivera y a una joven que ingresaran. Se pusieron en contacto con un fiscal desplazado de Bogotá para autorizar la ocupación.
El fiscal fue llevado en un tanque blindado de la policía, mientras que las unidades del Bloque de búsqueda tomaron posiciones por todos lados.
Al advertir la operación, los guardaespaldas de Rivera reaccionaron y se registró un largo intercambio de disparos. El fiscal para la vigilancia de la Policía Nacional, Guillermo Villa Alzate, que se encontraba en Medellín, describió la operación como perfecta.
Eran diez minutos antes de las 2 de la madrugada cuando una explosión nos sacó de la cama y luego aflojó una tormenta de balas que duró casi media hora. Cuando volvió la calma y un policía que entró en mi casa me dijo que habían matado a El Palomo, me bendije.
Los portavoces del Bloque de Búsqueda dijeron que El Palomo era conocido dentro de la organización como francotirador experto y que por esa razón la acción demandaba alrededor de 200 hombres.
Hermano, todo estaba muy solo hasta la 1:30 de la mañana. Casi me desmayo cuando en la esquina que entra al barrio encontré a un hombre vestido con uniforme oscuro, capucha y un rifle en la mano. Él me dijo: Tranquilo, vigilante, hoy ya no silbas. En segundos, el vecindario no podría caber más encapuchado.
Fue una operación sorpresa. Los que estaban a cargo de la seguridad de El Palomo intentaron escapar disparando contra los soldados, pero fueron asesinados. Con datos de la oficina de Medellín.
Fuente: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1589278698051103&set=gm.1017850068308144&type=3&theater
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